No es el final

.::Como quisiera que los años volvieran a sus inicios...Alguna vez más de uno lo habrá deseado, sin siquiera pronunciarlo por temor a caer en la rutina del sufrimiento. No obstante, es un anhelo lógico, sobre todo, si somos sinceros. Lo peor que puede pasar cuando revelamos ese lado sensible y humano que atesoramos, es que alguien nos escuche, siquiera por un instante. No hace falta tener la apariencia de un personaje o un ícono, sólo ser quien decidió nacer en este mundo y en este tiempo. Sólo eso.

No puedo renegar de lo que soy, de lo que he adquirido con la experiencia que cargo; mas aspiro a tener algo más que esto. La pregunta es qué es eso...algo más...Empiezo a creer que no tengo a dónde apuntar, tan sólo esperar que comiencen a consumirse mis ilusiones y los sueños que una tarde dibujé para mí.

No tiene caso lamentarse por los segundos que pasan y se devoran la ansiedad que siento por no saber qué fue de mis pasos, de las risas y de las confesiones que durante la noche me acercó una estrella tan fugaz, como los cristales que brotan de mis ojos cuando pienso que soy una persona sin alma y sin sombra.

Conflicto interior

.::Hay cosas tan mías que no dejo que exploten al momento que casi revientan...Si alguien supiera de lo que hablo, sería una alegría que me lo dijera o pudiera transmitirme aquel compañerismo que jamás he tenido cerca. Es triste pensar que caminamos solos, tal vez de la mano de algún personaje, otras al lado de quienes no nos miran, pero al fin y al cabo, solos. Porque las pisadas son tan profundas como los andares y sentires de cada vivencia. No son imprescindibles los zapatos ni botas de cuero para conocer de qué material está hecho el largo universo del paraje sombrío que inunda el alma.

Desearía volver a volar como en el cuento que una vez escribí. Ser el protagonista de miles de historias en las que nadie hace daño. Pero es imposible. De qué vale protegerse tras letras de canciones que no cantamos nosotros mismos, de citas célebres o dichos, que no somos capaces de pronunciar antes los lindos ojos que nos contemplan atentos. Soy un sol que hasta el momento no ha podido fecundar la tierra que yace bajo mis pies. Será porque el frío de mis descuidos y de los miedos han opacado la fuerza de mis rayos...

Quisiera que me roben la culpa de no poder avanzar sin meditar más de la cuenta; deseo despertar un día y frente al espejo, ver más que un rostro maltratado por sus propios pensamientos; ser otra persona; ser yo mismo...tan sólo continuar con los cambios y dejar el capullo de la ignorancia sin fondo, que me obliga a retroceder aunque no lo busque. Recuerdo experiencias que sí repetiría, porque dejaron en mí la frescura de lo insólito. Sin embargo, tiemblo al pensar que sean simples espejismos, o quizás, el pequeño oasis que he construido para mí, cuando decida huir para siempre.

Black Eyed

.::Quisiera no tener la facilidad de confiar, de ser transparente o de simplemente, ser presa de una timidez que a veces cansa. No es una condena, pero sí un estigma que pesa, tanto quizás, como la vergüenza que sus acciones acarrean. Hoy, con el estómago en estado crítico, un vacío enorme y la completa certeza de no saber lo que hago, han dado paso a una angustia que desespera. Será tal vez que es parte de esta vida, tan burlona y tan ambigüa, como el ángel que despierta miradas y adormece estos sentidos...
Extraño muchas cosas, entre ellas, a los amigos que no veo, los que quizás, fueron los mejores que he tenido; pero en estas circunstancias, no me sorprendería que ya hayan cambiado y el recuerdo que guardo de ellos, sea sólo eso, una esperanza que ya no existe. La amistad es pasagera, porque las personas lo son. Y si el remedio fuera entonces, no apegarse a ellos, a las salidas, las charlas, las bromas, el olor de aquella atmósfera, tan parecido a la fragancia de un jabón que te traslada al paraíso cuando lo inhalas...Tal vez sea demasiado. Tanto como el sentir atracción por alguien que jamás te corresponderá, que nunca te diría directamente a los ojos que lo eres todo y lo cumpliría como su ley. Es pedir demasiado, ¿no es cierto?
La memoria ha decidido declararme la guerra. No permite que recuerde la última conversación que tuve con mi inconsciente. Existen frases sueltas, sensaciones y caricias que recibí de mi otro yo, mientras le confesaba en secreto qué es lo que tanto me agobia. Permanece en mí el sentimiento de haber dejado inconcluso un libro, porque no le dije lo más importante y a pesar de ello, creo que ya lo sabe. Conoce aquello que no me he atrevido a pronunciar, pero que atesoro aquí, junto a lo que la gente llama corazón.

Explicando lo incierto

.::Sentir una brisa marina que no ha nacido ante mis ojos...una esperanza que aún perdura por estos corazones hechos de barro y ardor. Trata de elevar unas plegarias que jamás verán la luz hasta que fenezcas. Mientras bailo al son de estrellas plateadas, tan sólo opacadas por la lucidez del aguacero carnal, ansío conocer por qué no podemos ser felices.

No tiene caso el preguntarse lo absurdo. Pero, ¿tendrá algún sentido el responder entre etéreas melodías y susurros de una aurora que hace ya, un par de años, camina moribunda bajo mis venas? Comparto la frustración de andares solitarios, con errantes y descalzos ángeles, tan cercanos y a la vez, tan miserables a mi vista. Nada se interpone al túnel que existe entre estas sombras y la claridad de alguna mente.

Una voz captura mi atención cuando me encierro entre los sordos castillos de la realidad paralela. Entretejiendo fantasías y añorando vidas que no entiendo, sobrevivo tal como lo hacen los seres de esta tierra. Aprendiendo a capturar la belleza que, por coincidencia, se revuelca entre nuestros brazos, tan sólo para dejarnos más vacíos que antes... Un egoísmo innato es la fuente de vida de cada alma, pues no descansarán por centurias hasta privar de la libertad, a la maga esencia que reviste una infame mirada.

Confesiones .:: On LiNe ::.

.::Al fin empezó...emerge el voraz cántico de aquellos mudos seres, vivaces dentro de su mazmorra contemplativa, pero hambrienta de expresar el delirio de sentir algo más que sueño, enojo, odio y la interminable indiferencia de quienes dicen amar. Alejemos de nuestras mentes el fugaz intento de concebir un medio dónde expresar lo que hiere al corazón, porque no lo tenemos.

Algún día volverá a este pecho moribundo, pero no será hoy. Porque en este momento, a pocos minutos de nacer como una inspiración provocada por riñas absurdas con el inconsciente, he decidido ser yo mismo. Sin necesidad de contemplar espejos ni peñiscar la piel que me viste, he sangrado por mis poros, la sal que durmió por años en estas venas.

Son capaces tantos seres, de expresar lo que anhelan a simple vista. Desde frases infames hasta palabras tan sutiles como fulminantes. Todo es válido cuando necesitamos desahogarnos. Sin la compañía de mis discos y las sombras de quienes jamás abandonarán estos deprimentes crepitares de soledad, no habría pensado en aventurarme a formar parte de una conciencia común, a la vez que casi agobiante.