Black Eyed
.::Quisiera no tener la facilidad de confiar, de ser transparente o de simplemente, ser presa de una timidez que a veces cansa. No es una condena, pero sí un estigma que pesa, tanto quizás, como la vergüenza que sus acciones acarrean. Hoy, con el estómago en estado crítico, un vacío enorme y la completa certeza de no saber lo que hago, han dado paso a una angustia que desespera. Será tal vez que es parte de esta vida, tan burlona y tan ambigüa, como el ángel que despierta miradas y adormece estos sentidos...
Extraño muchas cosas, entre ellas, a los amigos que no veo, los que quizás, fueron los mejores que he tenido; pero en estas circunstancias, no me sorprendería que ya hayan cambiado y el recuerdo que guardo de ellos, sea sólo eso, una esperanza que ya no existe. La amistad es pasagera, porque las personas lo son. Y si el remedio fuera entonces, no apegarse a ellos, a las salidas, las charlas, las bromas, el olor de aquella atmósfera, tan parecido a la fragancia de un jabón que te traslada al paraíso cuando lo inhalas...Tal vez sea demasiado. Tanto como el sentir atracción por alguien que jamás te corresponderá, que nunca te diría directamente a los ojos que lo eres todo y lo cumpliría como su ley. Es pedir demasiado, ¿no es cierto?
La memoria ha decidido declararme la guerra. No permite que recuerde la última conversación que tuve con mi inconsciente. Existen frases sueltas, sensaciones y caricias que recibí de mi otro yo, mientras le confesaba en secreto qué es lo que tanto me agobia. Permanece en mí el sentimiento de haber dejado inconcluso un libro, porque no le dije lo más importante y a pesar de ello, creo que ya lo sabe. Conoce aquello que no me he atrevido a pronunciar, pero que atesoro aquí, junto a lo que la gente llama corazón.
Extraño muchas cosas, entre ellas, a los amigos que no veo, los que quizás, fueron los mejores que he tenido; pero en estas circunstancias, no me sorprendería que ya hayan cambiado y el recuerdo que guardo de ellos, sea sólo eso, una esperanza que ya no existe. La amistad es pasagera, porque las personas lo son. Y si el remedio fuera entonces, no apegarse a ellos, a las salidas, las charlas, las bromas, el olor de aquella atmósfera, tan parecido a la fragancia de un jabón que te traslada al paraíso cuando lo inhalas...Tal vez sea demasiado. Tanto como el sentir atracción por alguien que jamás te corresponderá, que nunca te diría directamente a los ojos que lo eres todo y lo cumpliría como su ley. Es pedir demasiado, ¿no es cierto?
La memoria ha decidido declararme la guerra. No permite que recuerde la última conversación que tuve con mi inconsciente. Existen frases sueltas, sensaciones y caricias que recibí de mi otro yo, mientras le confesaba en secreto qué es lo que tanto me agobia. Permanece en mí el sentimiento de haber dejado inconcluso un libro, porque no le dije lo más importante y a pesar de ello, creo que ya lo sabe. Conoce aquello que no me he atrevido a pronunciar, pero que atesoro aquí, junto a lo que la gente llama corazón.
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