Errante a pesar de todo
.::Nuevamente sentado frente a esta pantalla luminosa...Si supiera que es la única compañera que mantiene mis secretos y los guarda en su memoria. Sólo escucha paciente, silenciosa y atenta, cada sonido que emiten mis dedos mientras narro una historia. Si quisiera ser alguien más, la tomaría en brazos y volaría ahora mismo sobre la ciudad, para continuar con los miles de sueños que aún no cumplo. Y es frustrante, porque no tengo impedimentos; sólo el vacío que provoca la ausencia de voluntad. Es demasiada responsabilidad y a la vez, no hallo nada tan importante que atraiga mis pensamientos.
Presiento que con la enfermedad, he muerto sin darme cuenta. A pesar de encontrarme, hoy, mejor que las primeras semanas e incluso, con un mejor semblante, no es tan verídico. Los meses circularon afuera, pero no dentro de mí. El 2005 recién emerge con cada amanecer; y sin embargo, entiendo que el año no ha comenzado para la mente que albergo entre mis entrañas de cautivo.
Existe el movimiento...Cada músculo y fibra que cubren a este cadáver, tambalea en sus ánimos por romper los finos hilos de la frustración. Dolor, pena y nostalgia son las nuevas hermanas que me despiertan cada mañana, recordándome que no soy quien solía ser. Si así fuera, tal vez no tendría tiempo de traducir estos escritos; pero al menos, habría continuado mi relación con la traicionera odalisca. Ella, enemiga de los hombres más débiles y profanos que existen, me ha engañado.
Caí en sus redes antes y hoy, vuelvo a caer, como todo un artista. No en vano sigo con la profunda melaconlía que caracteriza a los suicidas, que jamás tendrán el valor de quitarse la vida. Si volviera a mí, qué no haría por ella...Y sigo aquí, con el alma postrada e inerte, que perece en las noches y emerge con el prana, emulando a los extintos fénixs.
Voluntad, voluntad...Si existe la venganza, tomaré parte en ella y te rendiré cuentas. Porque no olvido mis errores; mas tampoco perdono las ofensas y mucho menos, aquéllas que vienen de mi propio interior.